MÚSICA EN LOS HOSPITALES: ¿AYUDA EN ALGO?

La relación entre la música y la salud ha sido objeto de investigación durante décadas. Pero, ¿realmente tiene un impacto significativo en la salud de los pacientes?

MÚSICA EN LOS HOSPITALES: ¿AYUDA EN ALGO?

La relación entre la música y la salud ha sido objeto de investigación durante décadas. Pero, ¿realmente tiene un impacto significativo en la salud de los pacientes?

La relación entre la música y la salud ha sido objeto de investigación durante décadas. Desde la reducción del estrés hasta la mejora en la recuperación de pacientes, numerosos estudios han explorado cómo la música puede ser una herramienta terapéutica en entornos hospitalarios. Pero, ¿realmente tiene un impacto significativo en la salud de los pacientes? A continuación, analizamos la evidencia científica disponible.


¿Por qué el cerebro reacciona a la música?

La música activa diversas regiones del cerebro simultáneamente, lo que explica su poderoso impacto en nuestras emociones y procesos cognitivos. Investigaciones en neurociencia han demostrado que la música estimula el sistema límbico, que regula las emociones, así como el cortex prefrontal, vinculado con la toma de decisiones y la atención. Además, activa el núcleo accumbens, una región clave en el sistema de recompensa del cerebro, lo que explica por qué escuchar música placentera libera dopamina, generando sensaciones de bienestar.

El cerebro reacciona a la música de esta manera debido a su estructura y evolución. Algunas regiones, como el sistema límbico y el núcleo accumbens, están diseñadas para procesar recompensas y emociones, lo que hace que la música tenga un impacto directo en nuestro estado anímico. Además, la corteza auditiva, ubicada en el lóbulo temporal, juega un papel fundamental al interpretar los estímulos sonoros, mientras que el cerebelo, involucrado en la coordinación motora, también se activa cuando seguimos ritmos musicales. Esta interacción entre múltiples áreas cerebrales demuestra que la música no solo es un estímulo auditivo, sino también un fenómeno neurológico complejo que influye en la percepción, la emoción y el movimiento.

En pocas palabras, es más un tema de evolución y adaptación que de una "inteligencia" consciente del cerebro. La música activa esas zonas porque nuestro cerebro ha evolucionado para procesar patrones, emociones y recompensas de manera eficiente. No es que el cerebro "elija" reaccionar así, sino que la música encaja perfectamente con estructuras que ya existen por razones evolutivas: el procesamiento de lenguaje, la detección de patrones auditivos para la supervivencia y la asociación de sonidos con experiencias emocionales.



Beneficios comprobados de la música en hospitales

Varios estudios han demostrado que la música puede influir positivamente en la salud física y emocional de los pacientes. Según investigaciones publicadas en revistas médicas, la música ayuda a reducir la ansiedad preoperatoria, disminuye la percepción del dolor y acelera la recuperación postoperatoria. Además, en unidades de cuidados intensivos, se ha observado que la música puede estabilizar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Un estudio del Journal of the American Medical Association (JAMA) reveló que los pacientes que escuchaban música relajante antes y después de una cirugía necesitaban menos anestesia y analgésicos en comparación con aquellos que no la recibieron. Otro estudio publicado en The Lancet encontró que la música ayuda a reducir la activación del sistema nervioso simpático, lo que disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés.



Música y salud mental

El impacto de la música en la salud mental también ha sido ampliamente estudiado. En pacientes con ansiedad y depresión, la música puede funcionar como una terapia complementaria, reduciendo los síntomas y mejorando el estado de ánimo.

En el caso de pacientes con enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson, la música ha mostrado efectos positivos en la memoria y la función cognitiva. La música activa regiones del cerebro vinculadas con la memoria emocional, lo que ayuda a los pacientes a recordar eventos pasados y mejorar su interacción social.



Música en cuidados paliativos y enfermedades crónicas

El uso de la música en pacientes con enfermedades crónicas o terminales, como el cáncer o la insuficiencia renal, ha cobrado relevancia en el ámbito de los cuidados paliativos. La musicoterapia se ha utilizado para aliviar el dolor, mejorar la calidad del sueño y proporcionar confort emocional.

Un estudio publicado en Frontiers in Psychology indicó que los pacientes oncológicos que recibieron sesiones de musicoterapia experimentaron una reducción significativa en el dolor y la fatiga, así como una mejora en su bienestar general. En el caso de pacientes con insuficiencia renal sometidos a diálisis, la música ha mostrado efectos positivos en la reducción del estrés y la sensación de malestar durante el tratamiento.



Casos de éxito

En algunos hospitales, la música ya forma parte de los programas de atención a los pacientes. Por ejemplo, el hospital Mount Sinai en Nueva York implementó un programa de musicoterapia para pacientes en la UCI, obteniendo resultados positivos en su recuperación.

En España, el Hospital Universitario de La Paz ha incorporado la música en diversas unidades, incluyendo oncología y pediatría, con el fin de mejorar la experiencia hospitalaria de los pacientes.



La evidencia científica respalda el uso de la música como una herramienta terapéutica en hospitales. Desde la reducción del estrés y el dolor hasta la mejora en el estado de ánimo y la recuperación, la música puede desempeñar un papel fundamental en el bienestar de los pacientes. Si bien no sustituye los tratamientos convencionales, su aplicación en entornos médicos puede complementar las terapias tradicionales y mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan enfermedades crónicas o situaciones hospitalarias complejas.


AUTOR: Redacción Top Radio